¡Salíte de la zona de confort!
¿Acaso no entendés que si te quedás ahí vas a fracasar?
“Nunca dejés que te absorba un espacio seguro, la seguridad y el conformismo no son buenos consejeros, te llevan a vivir una vida monótona, aburrida, carente de sentido porque al final ¿hacia a donde vas? hacia la muerte en una rutina sin cambios, sin emociones y sin riesgos…”
Fácil decirlo.
En realidad, la zona de confort en mí opinión, tiene una definición muy personal y además, no es del todo mala, depende de nuestro contexto, prioridades y metas. También puede ser un espacio seguro y feliz dependiendo de sus condiciones, la zona de confort no es mala, no siempre lo es. Salir de ella es complicado, siempre.
Si lo medito un poco, no sé cuánto se dure en adquirir una zona de confort, puede ser una semana, un mes, dos años o toda una vida, y puede ser el lugar que más nos gusta, lo que pasa es que a veces se convierte en un espacio que nos impide crecer, nos puede llegar a limitar o incluso maltratar, en esos casos por más cómoda que te sintás, huí.
En mi vida me he salido de la famosa zona de confort miles de veces, desde cuando he terminado mis relaciones de pareja, hasta cuando he dejado mi trabajo para asumir nuevas aventuras. Cada una de estas experiencias le ha sumado a mi personalidad, a mis sueños y a mis preocupaciones, es de las cosas que no cambiaría por todo el oro del mundo, pero igualmente no podría generalizarlo como un consejo para cualquiera. Reconozco que es mí experiencia, son mis aprendizajes y es difícil trasmitirlos a quien no lo haya experimentado o al menos tenido interés en hacerlo.
Se requiere coraje, valentía y precisión para un día decidir salir de ese lugar cómodo en el que aparentemente tenés todo o al menos un balance positivo. Normalmente hay tantas cosas que damos por un hecho que, solo pensar en dejarlas hace que se nos estremezca el cuerpo y porsupuesto nos obligará a escuchar cosas que no queremos de quienes a sus ojos, deseen aconsejarnos para mantener nuestra estabilidad. Al final, podría asegurar que quienes te aconsejan lo hacen también desde sus propios miedos, no lo tomés a mal, al final, se preocupan por vos a su forma.
Debo admitir que, cada vez que he tenido cambios grandes me topo cara a cara con mis propios miedos e incluso con la ansiedad, dos sensaciones que no me agradan y evitarlas me harían la vida más sencilla. Sin embargo, también sé que cada vez que he sentido miedo este viene acompañado de un rush de adrenalina que tarde o temprano me impulsa a tomar decisiones, es como si saltara al vacío sin saber si voy a caer con vida.
Lo cierto es que, hasta ahora cada salto ha valido la pena, cada temor ha venido acompañado de gratas sorpresas. Siento como si fuese a entrar a una fiesta sorpresa: con los ojos vendados y el corazón saltando de emoción. Lo que viene, es imposible saberlo, pero la actitud que llevés frente a esa incertidumbre puede cambiar mucho los resultados.
Es la vida, es caminar sin detenerse….y debo admitir que una de las cosas que más agradezco es lo que mis cinco sentidos me han permitido vivir. Tengo recuerdos vivos de lugares, personas e incluso de sufrimientos, cada día confirmo que todo ha sido necesario para estar donde estoy y es alucinante que la piel y el corazón puedan revivir momentos cruciales de tu vida con tan solo recordarlos.
De repente, necesitás volver a casa a ese lugar seguro, incluso a los brazos de tu mamá para que te proteja. Tenés que entender que, ser humano no es ser fracasado, que la fragilidad y la inseguridad son parte de cualquier persona, cualquiera, sin importar estatus, profesión o género.
Y es que, lo más certero que tenemos, aparte de la muerte, es que la vida es una montaña rusa, a veces estás arriba y otras abajo, lo importante es disfrutarla, gritar si es necesario, pero nunca soltarse, aferrarte a las personas que quieres y a las que te quieren, a vos misma, a tus sueños y motivaciones. No olvidés que aunque no te des cuenta hay personas que te admiran, que te quieren imitar y que siguen tus pasos ¿qué querés enseñarles? sea lo que sea, solo no te defraudés a tí misma, nunca.
Si un día te encontrás en un lugar cómodo, sin preocupaciones, pero 100% realizada: cuidálo, preserválo y apreciálo. Pero si ese lugar te roba la paz, te hace infeliz o influye en tu calidad de vida, por más necesario que parezca tené claro que siempre, siempre podés moverte a otro lugar, a veces los límites los crea nuestro propio cerebro que toma nuestras inseguridades y las convierte en concreto para inmovilizarnos y mantenernos en espacios donde no somos felices.
Hoy, mientras yo escribo y vos estás en lo tuyo nuestra historia se sigue escribiendo, personas en distintos espacios piensan en nosotras, otras no se animan a hablarnos e incluso otras nos quieren lejos…¿acaso no conocés todo el poder que tenés? aún en un día de descanso tu nombre es pronunciado en alguna conversación fuera de tu alcance, ese es tu poder, ese que no necesariamente dimensionas pero existe.
Por eso, si algún día querés cambiar algo, de fijo vas a poder, ¿cuánto tomará? no lo sé, pero empecemos por reconocer lo que valemos o nuestros poderes desconocidos. Si te asusta, quizás sea el camino correcto, pero si no querés, no lo hagás, nunca te dejés presionar por el qué dirán o por las obligaciones que nuestra sociedad se inventa, solo escucháte a vos misma, eso es todo lo que necesitas.
Cuando estás sola sin ruido, sin murmullos…solo vos con tus pensamientos ¿qué te aconsejan tus latidos?
Por eso, es fácil decir: “salgan de la zona de confort” pero muy difícil entender que los procesos de todas son diferentes, que los intereses y las prioridades cambian de una persona a otra, nunca presionés a alguien que no ha logrado hacer lo mismo que vos, siempre escuchá, empatizá y responsabilizáte por tu parte de la vida sin pretender que las otras personas siguen tu ritmo.
Lo mismo pasa a la inversa, cuando estés en esos momentos difíciles o confusos, no esperés que te entiendan, no rechaces lo que escuchas solo almacenálo donde corresponda. Nadie podrá entender al 100% lo que sentís, pero estoy segura que quienes te quieren harán lo posible por acompañarte.